De acuerdo, seamos honestos, ¿quién no querría volar en la espalda de un águila de todos modos? Esa idea suena tan tentadora y claramente este cuervo brillante también lo cree así. La criatura traviesa fue vista disfrutando de un paseo gratis en la espalda de un águila calva y lo gracioso es que a esa águila en sí no pareció importarle en absoluto.
Créditos de imagen: Phoo Chan
Afortunadamente, el talentoso fotógrafo de California, Phoo Chan, logró capturar ese momento único en la vida y lo compartió con todo el mundo.
Créditos de imagen: Phoo Chan
Al explicar el comportamiento inusual del cuervo, el biólogo Kevin McGowan, que se especializa en el comportamiento de los cuervos en el laboratorio de ornitología de Cornell, afirma que en realidad es bastante normal que las aves territoriales como el cuervo se sientan amenazadas e incluso podrían volverse extremadamente agresivas cuando aparece un gran intruso en sus hábitats naturales. La razón detrás de tal reacción podría ser el “Complejo de Napoleón”, un complejo de inferioridad teorizado que a menudo se atribuye a las personas de baja estatura.
Aparentemente, el cuervo enojado se preparó para una pelea. Pero por alguna razón, simplemente no tenía idea de qué hacer después de aterrizar sin problemas en el gran pájaro.
Créditos de imagen: Phoo Chan
“Esto sería como un perro persiguiendo un coche y saltando sobre él”, dice McGowan. “Los perros siempre quieren atrapar el auto, pero nunca saben lo que harían si lo consiguen”.
Según McGowan, la indiferencia del águila calva también es completamente comprensible. Como las aves depredadoras más grandes, las águilas siempre son acosadas por otras aves y en realidad no lo consideran un gran problema. Tal como enfatiza McGowan, se siente como si estuvieran siendo “seguidos por mosquitos”.
Créditos de imagen: Phoo Chan
Chan, sin embargo, no parece estar de acuerdo en que el cuervo estaba tratando de acosar a su “vehículo”.
“Los cuervos son conocidos por acosar agresivamente a otras aves rapaces que son mucho más grandes cuando se ven en sus territorios y, por lo general, estos ‘intrusos’ simplemente se retiran sin mucho alboroto”, dice el fotógrafo de aves y naturaleza. “Sin embargo, en este marco, el cuervo no parecía acosar al águila calva en una proximidad tan cercana y tampoco parecía importarle al águila calva que la presencia del cuervo invadiera su espacio personal”.
Créditos de imagen: Phoo Chan
“Lo que lo hizo aún más extraño fue que el cuervo incluso hizo una breve parada en la espalda del águila como si estuviera dando un paseo panorámico gratuito y el águila simplemente accedió”, continúa.
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H/T: National Geographic | Bored Panda