Manchas, un pitbull terrier, sufre peleas callejeras por parte de sus dueños anteriores. Se le descuida la alimentación y luego tiene cáncer de piel.
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Fue solo después de que se liberó de las cadenas que encontró una familia que lo acogería y lo curaría que se dio cuenta de que tenía la oportunidad de vivir. Cuando le dieron su primera cama, se durmió profundamente y empezó a llorar porque se acabaron las noches de frío, calor y mosquitos. Habiendo sido salvado por los ángeles, los lamió como una expresión de gratitud.
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En respuesta, Abigail Castro le cuenta a Bunko la historia de Manchas, un perro que ha sufrido durante mucho tiempo. Llevó al perro al veterinario, donde se descubrió que tenía cáncer de piel, hambre y heridas infectadas. Ella se sorprendió al ver el mal estado del perro cuando llegó a su casa solo, con heridas, pelaje desordenado y una cara triste.
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Una persona anónima le sugirió buscar al dueño de este perro en las redes sociales, donde descubrió que Manchas pertenecía a unos vecinos y se usaba como arma en peleas callejeras ilegales. En ese momento, asumió la responsabilidad de él y adoptó a Manchas en su familia a pesar de sus esfuerzos por llegar a la gente.
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Sus heridas estaban molestando a Manchas por insectos, y a pesar de dormir en el suelo con una cadena incrustada en su piel y sus heridas hinchadas, nadie se preocupaba por él. Su nueva familia no solo le proporcionó un hogar, sino que también curó sus enfermedades de la piel, lo alimentó y jugó con él. No tenía nada de qué quejarse.
Unos días después de notar manchas en las camas de sus otros perros, la dueña comenzó a recolectar dinero. A pesar de tener curiosidad, ella nunca se acercó. El tamaño del pitbull dicta que ella le compre una cama adecuada para él, por lo que busca la cama perfecta.
Si bien era un regalo normal, Abigail lo vio como el mejor regalo que había recibido porque Manchas se fue a la cama con lágrimas en los ojos. Las lágrimas no dejaban de fluir de sus ojos mientras ella lo miraba. No tenía idea de que Manchas estaba llorando.
Existe un acuerdo general entre los científicos en que los animales son seres conscientes que experimentan diversos grados de emoción. Al igual que nosotros, nuestros amigos no humanos experimentan sentimientos. La expresión de emoción de su mascota sería apreciada, no dude en compartirla con nosotros en el cuadro de comentarios a continuación.