Una leal perra Bullmastiff llamada Maru viajó 125 millas con lágrimas en los ojos para volver a casa con su dueño que la rechazó. Todo sucedió cuando Maru tenía apenas un año. Su dueño la puso en el tren transiberiano para llevarla de regreso a la perrera en Novosibirsk donde nació. La dueña dijo que era alérgica a Maru y que no quería tenerla más.
Fuente:Los tiempos de Siberia
Pero las cosas no salieron según lo planeado ya que Maru logró escapar del tren e intentó volver a casa. Los testigos y el personal del tren dijeron que Maru usó sus patas para abrir la puerta del compartimiento y huyó cuando el tren se detuvo en una estación remota cerca de Achinsk. Intentaron atraparla y llevarla de vuelta al tren, pero fue en vano. Saltó como una bala y corrió hacia el pantanoso bosque siberiano.
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Caminó a través de los bosques siberianos, evitando osos y lobos mientras intentaba desesperadamente volver a casa. Aunque el viaje fue peligroso y ella también resultó herida, no se dio por vencida. Lo único que tenía en mente era volver con su dueño. Lamentablemente, ella no sabía que ya no era bienvenida allí.
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Cuando Alla Morozova, la dueña de la perrera, se enteró de lo sucedido, organizó una búsqueda de Maru. Afortunadamente, después de casi tres días de búsqueda, encontraron a Maru en un polígono industrial cerca de la casa de su antiguo dueño. Estaba exhausta, deshidratada y hambrienta.
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“Afortunadamente, ni los osos se la comieron ni los lobos la masticaron. Estaba muy cansada. Estaba coja, sus patas estaban rotas. Las almohadillas de sus pies estaban dañadas. Su hocico estaba roto”, dijo Morozova a The Siberian Times.
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Más tarde la llevaron a la perrera de Novosibirsk, donde se reunió con su madre y su padre.
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Morozova cree que si Maru no estuviera herida, se las arreglaría para volver a casa. Estaba enojada porque el antiguo dueño de Maru no mostró ningún signo de preocupación por ella. No se unieron a la búsqueda a pesar de que fueron ellos quienes la pusieron en peligro en primer lugar.
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Después de todo, nos alegra saber que Maru ahora está sana y salva. Aún no se ha tomado una decisión sobre su futuro, pero creemos que encontrará el hogar definitivo que se merece.
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