Qué podría ser más feliz que una sonrisa perdida hace mucho tiempo? La brillante sonrisa de Cheech había desaparecido durante sus días como callejero. Su tiempo en las calles le hizo ocultar su verdadero yo, haciéndolo parecer tranquilo y reservado cuando fue rescatado por primera vez. Pero una vez que recibió amor y cuidados, su sonrisa contó toda la historia. Ahora es un perro feliz y su sonrisa podría iluminar cualquier habitación.
Cheech fue encontrado en las calles de Texas cuando sólo tenía dos años. Los rescatistas lo recogieron rápidamente y lo llevaron a un animado refugio local. Debido a su pequeño tamaño, muchas personas inicialmente creyeron que era un amigo tímido que podía sentirse abrumado por la extrañeza de su entorno. Sin embargo, Cheech pronto demostró que todos estaban equivocados.
Leah Sipe, la compasiva directora del Refugio y Rescate de Animales de la ciudad de Waller , todavía puede recordar con calidez el momento en que conoció a Cheech.
A primera vista, ella se sorprendió y confundió brevemente su cara feliz con un gruñido. Sin embargo, cuando Leah le tendió la mano, se hizo evidente que Cheech era, sin duda, el más amigable de todos.
Durante el tiempo que pasó en el refugio, Cheech siempre sorprendió a todos con sus adorables travesuras. Le encanta hacer las expresiones faciales más lindas y divertidas.
A veces, este pequeño amigo actuaba como si estuviera molesto, pero resultó que Cheech solo se estaba divirtiendo. En segundos, reveló la sonrisa más dulce y traviesa, enamorando a todos los que veían a este encantador perrito.
Impulsado por un fuerte deseo de compartir la sonrisa perfecta de Cheech con el mundo, Sipe publicó una instantánea de su rostro brillante en la página de Facebook del refugio. El perro feliz rápidamente captó la atención de Internet, lo que ayudó a que la publicación recibiera más de 7.000 acciones. El encanto de Cheech atrajo más de 50 solicitudes de adopción de personas entusiastas que querían convertirlo en miembro de la familia de inmediato.
Entre la avalancha de solicitudes, el personal del refugio encontró la opción perfecta. Una persona había perdido un perro a causa del cáncer y tenía otro perro llamado Dusty, que estaba triste y necesitaba consuelo. Luego apareció Cheech y su encantadora personalidad parecía perfecta para ayudar a Dusty a sentirse mejor.
Desde su primer encuentro, resultó innegable que estos dos estaban destinados a ser almas gemelas. El deseo más preciado de Cheech era simple: abrazar a Dusty y disfrutar del amor de su nueva mamá. Aquellos que han tenido la oportunidad de pasar tiempo con Cheech no podrían estar más felices de haber encontrado a su familia eterna.
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