Sobrevivir nunca es fácil para un animal recién nacido sin sus padres. Los bebés de cualquier especie son vulnerables y no tienen lo que se necesita para durar un día. Necesitan comida, calor, cobijo y cuidado de individuos maduros que no siempre son del mismo clan. Es difícil de creer, pero a veces ocurren incidentes como este. ¡Desplácese hacia abajo para leer la historia de principio a fin!
Fuente: Roland, Animal Press/Bacroft Media
En 2009, en Hoerstel, Alemania, Roland Adam, de 54 años, promotor inmobiliario, y su esposa Edit, de 44 años, trabajadora bancaria, criaron un par de cerdos vietnamitas reproductores. Dieron a luz a una camada de cinco en el bosque de Adam. Entonces, Roland encontró a un cerdito barrigudo de dos semanas de edad, Paulinchen, solo y con frío. La trajo a casa porque temía que los zorros cazaran a la pobre criatura cuando llegara la noche.
Fuente: Roland, Animal Press/Bacroft Media
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La perra rescatada de Adam, Katjinga, una Rhodesian Ridgeback de ocho años, acababa de tener una camada propia de diez meses, por lo que Roland pensó que la mamá canina podría cuidar al cerdito. Sorprendentemente, tenía razón. Katjinga inmediatamente se enamoró de Paulinchen y la trató como si fueran familia.
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Los dos animales vivían juntos en una enorme granja de 20 acres, una de las propiedades de Adam. La mamá loba limpiaba el tocino del bebé y le daba leche cuando tenía hambre. Después de estar llena y dormir sana y salva, Paulinchen se convirtió en una auténtica perra salchicha y se acurrucó con su nueva madre. La perra gigante de la granja y el cerdito diminuto se acurrucaron mientras se les consideraba como la mamá perra y su cerdito bebé.
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Fue una historia encantadora y conmovedora sobre el cerdito afortunado que se volvió viral en ese momento. Los usuarios de Internet están encantados con el amor maternal y la compasión del perro. En su mayoría se sintieron con el corazón iluminado, aunque algunos estaban preocupados porque la pequeña cerdita crecía pensando que era un perro. Además, los Ridgebacks podrían ser una raza agresiva, por lo que se debe vigilar al pequeño gruñón.
Fuente: Roland, Animal Press/Bacroft Media
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Después de todo, nadie negó que Katjinga mereciera el título de Mamá del Año y le deseó lo mejor a ella y a su edición. ¿Y tú? ¡Exponga su pensamiento en el cuadro de comentarios a continuación! Si la historia te anima, dale me gusta y compártela con tus amigos amantes de los animales, ¡y echa un vistazo a más en nuestro sitio!